Aqualia vierte 6500 metros cúbicos de aguas fecales a la playa en Castrillón, Asturias.

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Aqualia decidió parar durante catorce horas una estación de bombeo para evitar inundaciones en otro tramo de la red, lo que provocó que el agua que recibía de los colectores rebosara y se vertiera irremediablemente a la cercana playa de  El Dólar, a través del río Ferrota. Como las canalizaciones son las mismas para las aguas pluviales y las residuales, todo ese volumen de agua era contaminada, es decir que según los cálculos de El Consorcio de Aguas de Asturias, Cadasa, se vertieron al mar unos seis millones y medio de litros de aguas residuales. El consorcio ha mandado ya un informe al ayuntamiento de la localidad asturiana, y le recuerda que detener las bombas constituye un incumplimiento de la autorización de vertido a dominio público hidráulico y puede ser constitutivo de un delito penal, presentando la situación el agravante de riesgo para la salud de las personas, dada la cercanía de una playa al punto de vertido. También denuncia que ha contactado con Aqualia para informar de la situación sin recibir respuesta alguna.