En la última rueda de prensa del ay untamiento, un periodista preguntó sobre el conflicto con Aqualia-Facsa, y la concejala de Presidencia, Alicia Jiménez, respondió que los problemas de los trabajadores con Aqualia no son asunto del ayuntamiento, y se quedó tan agusto. Que pensaban eso ya lo sabíamos, pero sorprende la naturalidad con que lo suelta, es una noticia mala para los obreros, pero buena para los explotadores: Firmad los contratos que queráis con el excelentísimo, que lo que hagáis a vuestras trabajadoras le da lo mismo, todo eso de los derechos y demás es muy bonito pero para otro sitio, aquí sólo cuenta el beneficio. ¿Qué esperábamos? En la calle estábamos los currantes protestando, es decir lo que ellos entienden como chusma, y contra nosotros está la empresa de la Gürtel, y la de las Kopplowitz. Está claro de qué lado se inclina la balanza, las hienas y los buitres parecen muy distintos pero se comen juntos las mismas carroñas.
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